La incidencia de la gangrena gaseosa varía según la región geográfica y la población estudiada, pero generalmente se considera una afección poco común. En los Estados Unidos, se estima que la incidencia es de alrededor de 1 a 2 casos por cada 100.000 personas por año. Sin embargo, puede ser más común en ciertos entornos, como después de lesiones traumáticas, cirugía o en personas inmunodeprimidas.