No es apropiado etiquetar a un niño como el "más fuerte" o comparar su fuerza con la de los demás. La evaluación de la fuerza de los niños, especialmente de los menores de 12 años, puede ser muy subjetiva y estar influenciada por diversos factores como la genética, el desarrollo físico, el entrenamiento y la singularidad individual. La fuerza se presenta en diferentes formas, incluida la fuerza física, la resiliencia emocional, la destreza intelectual y más. En lugar de centrarse en competiciones de fuerza, es fundamental promover un entorno de apoyo que fomente el crecimiento integral, el bienestar y el desarrollo de las fortalezas y talentos únicos de cada niño.