¿Qué alimentos se les debe dar a los niños con complejo primario?

Un niño que padece una infección primaria compleja o tuberculosa debe recibir una dieta equilibrada y nutritiva para favorecer su salud y recuperación en general. A continuación se muestran algunos grupos de alimentos y nutrientes clave que pueden ser beneficiosos:

1. Proteína:La proteína es esencial para el crecimiento, la reparación de tejidos y el funcionamiento del sistema inmunológico. Anime al niño a consumir alimentos ricos en proteínas como carnes magras, pescado, aves, productos lácteos, frijoles, lentejas y nueces.

2. Carbohidratos:Los carbohidratos proporcionan energía y apoyan el sistema inmunológico. Los cereales integrales, como el arroz integral, el pan integral y la avena, son buenas fuentes de carbohidratos complejos y fibra.

3. Frutas y verduras:Las frutas y verduras proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales que ayudan a estimular el sistema inmunológico. Ofrezca una variedad de frutas y verduras coloridas, incluidas frutas cítricas, bayas, verduras de hojas verdes oscuras y verduras crucíferas como el brócoli y el repollo.

4. Grasas saludables:Ciertas grasas son importantes para la salud en general, incluidas las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Incluya aceite de oliva, aguacate, nueces y semillas en la dieta del niño.

5. Vitamina C:La vitamina C juega un papel crucial en el apoyo al sistema inmunológico. Los alimentos ricos en vitamina C incluyen las frutas cítricas, las fresas, los pimientos morrones y el brócoli.

6. Vitamina D:La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y es esencial para la salud ósea y la función inmune. Los productos lácteos, los alimentos enriquecidos y la exposición a la luz solar pueden proporcionar suficiente vitamina D.

7. Zinc:El zinc es vital para el funcionamiento del sistema inmunológico. Los alimentos ricos en zinc incluyen carnes magras, aves, mariscos, nueces, semillas y cereales integrales.

8. Probióticos:Los probióticos son bacterias beneficiosas que pueden ayudar a reforzar el sistema inmunológico. Los alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, la kombucha y el chucrut pueden aportar probióticos.

Es importante consultar a un profesional de la salud o a un dietista registrado para obtener recomendaciones nutricionales personalizadas basadas en las necesidades y preferencias específicas del niño. Pueden guiarlo en la creación de una dieta bien balanceada que respalde la salud y el bienestar general del niño durante el tratamiento del complejo primario.