En la mayoría de los casos, sí, el paciente es responsable del pago si su seguro médico se niega a pagar. Esto se debe a que el paciente es en última instancia responsable de su propia atención médica, independientemente de si tiene o no seguro médico. Sin embargo, existen algunas excepciones a esta regla. Por ejemplo, si el paciente puede demostrar que la compañía de seguros actuó de mala fe al negarse a pagar, es posible que no se le considere responsable del pago. Además, algunos estados tienen leyes que protegen a los pacientes de ser responsables de facturas médicas que no pueden pagar.