En la mayoría de los casos, una recepcionista en el consultorio de un médico no debe preguntarle al paciente por qué busca atención médica. Esta información se considera confidencial y está protegida por las leyes de privacidad del paciente. La función de la recepcionista generalmente se limita a recopilar información básica, como el nombre del paciente, los detalles del seguro y el motivo de la visita (por ejemplo, "chequeo", "seguimiento", etc.). No deben ahondar en detalles específicos sobre la condición médica del paciente o el propósito de su visita.