El síndrome de Asperger ahora se conoce como trastorno del espectro autista (TEA). Las personas con TEA pueden experimentar dificultades sociales y desafíos de comunicación. Sentirse deprimido o abrumado al cometer un error o decir algo incorrecto es una experiencia humana común y no específica del TEA. Es comprensible desear espacio y tiempo a solas para procesar y afrontar emociones difíciles. Buscar el apoyo de profesionales de la salud mental o comprender a las personas puede resultar beneficioso para gestionar este tipo de situaciones.