¿Por qué te sientes mareado cuando te pones de pie?
1. Efecto de la gravedad sobre la presión arterial: Cuando estás acostado o sentado, tu corazón se coloca al mismo nivel que el cerebro. Esto significa que la gravedad no tiene un impacto significativo en el flujo sanguíneo al cerebro y la presión arterial permanece relativamente estable.
2. De pie: Cuando te pones de pie, la gravedad empuja la sangre hacia las extremidades inferiores. Esto provoca una disminución del volumen sanguíneo y de la presión en la parte superior del cuerpo, incluido el cerebro.
3. Respuesta del seno carotídeo: Las arterias carótidas, ubicadas a cada lado del cuello, contienen receptores especiales llamados senos carotídeos que detectan cambios en la presión arterial. Cuando la presión arterial baja, estos receptores envían señales al cerebro.
4. Respuesta barorrefleja: El cerebro recibe las señales de los senos carotídeos y responde activando la respuesta barorrefleja. Este reflejo aumenta la frecuencia cardíaca y contrae los vasos sanguíneos en un intento de elevar la presión arterial.
5. No coincide temporalmente: Se necesitan unos segundos para que la respuesta barorrefleja se active por completo y compense la caída de la presión arterial. Durante este breve período, el cerebro puede recibir una cantidad insuficiente de sangre, lo que provoca aturdimiento o mareos.
6. Factores de riesgo: Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de experimentar aturdimiento al ponerse de pie, incluida la deshidratación, ciertos medicamentos (como diuréticos o medicamentos para la presión arterial), afecciones cardíacas, diabetes y trastornos del sistema nervioso autónomo.
7. Adaptación común: Con el tiempo, la mayoría de las personas se adaptan a los cambios en la presión arterial asociados con ponerse de pie y el aturdimiento tiende a disminuir o desaparecer por completo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar síntomas crónicos, en cuyo caso es importante consultar con un médico.
En resumen, ponerse de pie demasiado rápido provoca una caída temporal de la presión arterial y del flujo sanguíneo al cerebro, lo que provoca aturdimiento. Este es un fenómeno común, pero quienes experimentan síntomas frecuentes o graves deben buscar atención médica.