El método más común para probar un BAC utilizado por los agentes del orden es el dispositivo de prueba de aliento que mide el nivel de alcohol en el aliento de los pulmones.
La afirmación dada es verdadera. Los agentes encargados de hacer cumplir la ley utilizan ampliamente los dispositivos de prueba de aliento, comúnmente conocidos como alcoholímetros, para estimar el contenido de alcohol en sangre (BAC) de un individuo. Estos dispositivos miden la cantidad de alcohol presente en el aliento de una persona, que es proporcional a la concentración de alcohol en el torrente sanguíneo. Al analizar la muestra de aliento, los alcoholímetros proporcionan un método rápido y no invasivo para que los agentes del orden evalúen el posible deterioro del alcohol.