¿Qué sistemas del cuerpo se verán directamente afectados al sufrir enfermedades relacionadas con el tabaquismo en las que se agotan los niveles de oxígeno?
- Fumar daña el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que provoca la formación de placa, que estrecha las arterias y restringe el flujo sanguíneo. Los niveles reducidos de oxígeno en la sangre afectan la capacidad del corazón para bombear sangre rica en oxígeno a diferentes órganos y tejidos. Esto puede provocar dolor en el pecho, dificultad para respirar, fatiga y un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral.
2. Sistema respiratorio:
- Los pulmones son los principales responsables de la captación de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono. Fumar irrita las vías respiratorias, provocando inflamación y cicatrices. El daño a los pulmones reduce su capacidad para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono de manera efectiva, lo que provoca dificultad para respirar, tos, sibilancias y una mayor susceptibilidad a infecciones respiratorias.
3. Sistema circulatorio:
- Fumar afecta al sistema circulatorio dañando los vasos sanguíneos y alterando la química sanguínea. Los niveles reducidos de oxígeno afectan la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a las células, lo que provoca hipoxia tisular y disfunción orgánica. La mala circulación puede causar problemas en varias partes del cuerpo, incluidas las extremidades (dedos de manos y pies) y extremidades.
4. Sistema Neurológico:
- La falta de oxígeno por fumar puede tener efectos adversos en el cerebro y el sistema nervioso. El suministro reducido de oxígeno puede afectar la función cognitiva, la memoria, el estado de alerta y la concentración. El tabaquismo crónico se ha asociado con un mayor riesgo de sufrir trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
5. Sistema musculoesquelético:
- Fumar puede afectar la salud ósea y la función muscular. Los niveles reducidos de oxígeno perjudican la formación ósea y pueden contribuir a la osteoporosis, aumentando el riesgo de fracturas. Fumar también disminuye la fuerza y la resistencia muscular debido al suministro inadecuado de oxígeno a los tejidos musculares.