En los Estados Unidos, el límite legal de concentración de alcohol en sangre (BAC) para conducir es del 0,08% para la mayoría de los conductores. Esto significa que si una persona tiene un BAC de 0,08% o más, se la considera legalmente intoxicada y no debe conducir. Sin embargo, algunos estados tienen límites legales más bajos, como el 0,05% para conductores comerciales y el 0,02% para conductores menores de edad. Es importante tener en cuenta que incluso por debajo del 0,08%, conducir con cualquier cantidad de alcohol en el organismo puede afectar su juicio y aumentar el riesgo de sufrir un accidente.