Un ligamento desgarrado es un desgarro total o parcial de un ligamento, una banda de tejido que conecta los huesos. Los ligamentos proporcionan estabilidad a las articulaciones y ayudan a resistir el movimiento excesivo. Un ligamento desgarrado puede ser causado por un evento repentino y contundente, como una lesión deportiva, o puede ocurrir con el tiempo debido al desgaste. Los ligamentos desgarrados pueden causar dolor, hinchazón, hematomas e inestabilidad en la articulación afectada. El tratamiento para un ligamento desgarrado puede incluir reposo, hielo, compresión, elevación, medicación y fisioterapia. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para reparar un ligamento desgarrado.