¿Por qué hay que dejar de tomar AINE antes de una cirugía?
1. Mayor riesgo de hemorragia :Los AINE pueden inhibir la función de las plaquetas, que son responsables de la coagulación de la sangre. Al interferir con la función plaquetaria, los AINE pueden aumentar el riesgo de sangrado excesivo durante y después de la cirugía.
2. Deterioro de la cicatrización de heridas :Los AINE pueden suprimir la actividad de determinadas enzimas implicadas en el proceso de cicatrización de heridas. Esto puede provocar una cicatrización más lenta de la herida y un mayor riesgo de complicaciones como infección y dehiscencia de la herida (la separación de los bordes de la herida quirúrgica).
3. Interacción con anestésicos :Algunos AINE pueden interactuar con ciertos medicamentos anestésicos, lo que podría provocar complicaciones durante la cirugía.
4. Mayor riesgo de daño renal :Los AINE pueden afectar la función renal, especialmente en personas con problemas renales subyacentes. Continuar tomando AINE antes de la cirugía puede aumentar el riesgo de daño renal, especialmente en pacientes que se someterán a procedimientos que requerirán el uso de un medio de contraste.
5. Interacción con otros medicamentos :Los AINE pueden interactuar con otros medicamentos que esté tomando, incluidos anticoagulantes (anticoagulantes), agentes antiplaquetarios y ciertos antibióticos. Estas interacciones pueden aumentar el riesgo de sangrado u otras complicaciones durante la cirugía.
Por lo tanto, es importante seguir las instrucciones de su médico con respecto a la interrupción del tratamiento con AINE antes de la cirugía. Su médico determinará el momento adecuado para dejar de tomar AINE según su situación individual y el tipo de cirugía a la que se someterá.