Todo depende del paciente y de la rapidez con la que se recupere. Después de un reemplazo de rodilla, los médicos suelen sugerir que se abandonen gradualmente los opioides durante un par o varias semanas. Algunos médicos optan por utilizar anestesia regional y bloqueos nerviosos junto con anestesia general, lo que permite un mejor control del dolor con menores necesidades de narcóticos y una rehabilitación más rápida después de la cirugía. No obstante, los detalles deberían individualizarse según la estrategia de tratamiento particular y la recuperación de cada paciente. Es fundamental seguir las instrucciones de su médico y buscar su consejo sobre las opciones de manejo del dolor para reducir los efectos secundarios, garantizar la seguridad y promover una recuperación completa después de la cirugía.