¿Por qué es necesaria la cirugía de calcáneo y navicular?
1. Fracturas de calcáneo: Se trata de roturas en el calcáneo (hueso del talón), que es el hueso más grande del retropié. Las fracturas de calcáneo pueden ocurrir debido a lesiones de alta energía, como caídas desde una altura o accidentes automovilísticos. Es posible que se necesite cirugía para realinear y estabilizar los fragmentos óseos y promover una curación adecuada.
2. Fracturas naviculares: Las fracturas del hueso navicular, situado en la parte media del pie, también pueden producirse como consecuencia de lesiones de alta energía. Estas fracturas pueden ser difíciles de tratar de forma conservadora y puede ser necesaria una intervención quirúrgica para garantizar una alineación y curación adecuadas.
3. Espolones calcáneos: Estos son crecimientos óseos que se desarrollan en la parte inferior del hueso del talón y pueden causar dolor e incomodidad al caminar. En algunos casos, se puede recomendar una cirugía para extirpar el espolón y aliviar los síntomas asociados.
4. Coalición tarsal navicular: Esta es una afección en la que los huesos navicular y calcáneo están fusionados, ya sea parcial o completamente. Puede causar dolor, rigidez y dificultad para caminar. Es posible que se necesite cirugía para separar los huesos fusionados y restaurar la función normal del pie.
5. Osteoartritis: Esta enfermedad degenerativa de las articulaciones puede afectar las articulaciones entre el calcáneo y el escafoides, provocando dolor, rigidez e hinchazón. En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para eliminar el cartílago dañado y realinear los huesos para aliviar los síntomas y mejorar la movilidad.
6. Lesiones de tejidos blandos: En algunos casos, también puede ser necesaria una cirugía para tratar lesiones de los tejidos blandos alrededor del calcáneo y los huesos naviculares, como roturas de tendones o desgarros de ligamentos.
La decisión de someterse a una cirugía de calcáneo y navicular la toma un cirujano de pie y tobillo según la condición específica y la gravedad de los síntomas. Por lo general, se recomienda la cirugía cuando las opciones de tratamiento conservador, como reposo, hielo, analgésicos y fisioterapia, no han logrado proporcionar un alivio adecuado.