A Ritmo cardíaco rápido y palpitaciones

El músculo cardíaco necesita latir una cierta cantidad de veces por minuto para suministrar la sangre y el oxígeno que el cuerpo necesita para funcionar. La cantidad de veces que el corazón late se llama frecuencia cardíaca o pulso. El pulso puede volverse más lento al dormir o descansar, o puede acelerarse si hace ejercicio o responde a una emergencia. Estas son todas las adaptaciones normales. Sin embargo, ciertas situaciones pueden hacer que las palpitaciones y /o la frecuencia cardíaca se vuelvan demasiado rápidas, lo que puede ser un signo de una enfermedad subyacente. El primer paso es hacer que la causa de cualquier irregularidad se diagnostique correctamente para que se puedan explorar las opciones de tratamiento correctas. Identificación

Existe una amplia gama de lo que se considera normal para una frecuencia cardíaca. En la mayoría de los casos, la frecuencia cardíaca cae entre 60 y 100 latidos por minuto. Los atletas altamente condicionados pueden bajar hasta 40, y algunas personas pueden tener una frecuencia cardíaca superior a 100 incluso en ausencia de enfermedad. Sin embargo, si la frecuencia cardíaca es superior a 100 latidos por minuto de forma regular, se debe consultar a un médico. Además de latir demasiado rápido, el corazón puede latir irregularmente o saltarse latidos y causar una sensación llamada palpitaciones.

Síntomas

Una frecuencia cardíaca más rápida que la normal, o taquicardia, y las palpitaciones pueden causar sensaciones tales como Golpeando o acelerando el pulso. En algunos casos, hay una conciencia de que el corazón está saltando latidos o se ha vuelto irregular. Estas sensaciones se pueden sentir en el cuello o el pecho. Los Institutos Nacionales de la Salud afirman que, en la mayoría de los casos, los ritmos cardíacos anormales no son graves. Sin embargo, es importante evaluar adecuadamente cualquier anomalía de la frecuencia cardíaca. Esto es especialmente importante si el ritmo cardíaco rápido o la palpitación se acompañan de falta de aliento, mareos, dolor en el pecho, opresión en el pecho, fatiga, sudoración o confusión. Se pueden realizar varias pruebas para determinar si este síntoma es inofensivo o es causado por una enfermedad subyacente.

Causas

El término médico para latidos irregulares del corazón es arritmia, y se puede usar para describir un Frecuencia cardíaca rápida, frecuencia cardíaca lenta o latidos omitidos. De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, pueden ocurrir ritmos irregulares o arritmias si el sistema eléctrico del corazón deja de funcionar correctamente. Las células responsables de indicar al corazón que debe latir pueden dejar de disparar, disparar demasiado rápido o bloquearse. La enfermedad cardíaca, la presión arterial alta, la enfermedad arterial coronaria u otras afecciones que afectan la estructura y la función del corazón también pueden contribuir a desarrollar un pulso rápido o latidos perdidos. Tener sobrepeso, ser sedentario, fumar y consumir una dieta poco saludable pueden jugar un papel en el desarrollo de condiciones que hacen que el corazón tenga latidos irregulares.

Diagnóstico

Para determinar si una frecuencia cardíaca rápida o palpitaciones son causadas por un Enfermedad subyacente, un médico puede realizar varias pruebas. Esto incluye hacer que el paciente use un monitor durante 24 a 48 horas que registra continuamente la actividad eléctrica del corazón. Se puede llevar un diario para determinar si los ritmos anormales coinciden con el estrés, el ejercicio o las comidas, o si ocurren sin un desencadenante conocido. El diario también se usa para registrar cualquier síntoma que ocurra, lo que puede ayudar a confirmar un diagnóstico de una enfermedad en particular. Una electrocardiografía, o EKG, hace lo mismo que un monitor; sin embargo, esta prueba se ejecuta durante un corto período de tiempo en un hospital o en el consultorio de un médico. Estos dispositivos pueden mostrar con qué frecuencia el corazón late fuera de ritmo, el tipo exacto de actividad eléctrica que se está produciendo en el corazón y la fuerza de los latidos cardíacos. Estos datos se pueden combinar con análisis de sangre, exámenes físicos y otras exploraciones para ayudar a detectar la causa de la arritmia y decidir si es necesario algún tratamiento.

Tratamiento

El mejor método para tratar y controlar un corazón rápido La tasa o palpitación está determinada por la causa exacta. Si se determina que la arritmia no es grave, todo lo que se necesita es hacer cambios en el estilo de vida. Esto incluye comer de manera saludable, dejar de fumar, perder peso y hacer ejercicio regularmente. Controlar el estrés y evitar factores desencadenantes como el alcohol, la cafeína y ciertos alimentos también puede ayudar. Si se requiere tratamiento, la Universidad de California en San Francisco recomienda hablar con un médico acerca de los medicamentos que pueden ayudar a regular la frecuencia cardíaca. En casos graves, puede ser necesaria la cirugía para implantar un marcapasos o corregir anomalías que estén causando las señales eléctricas defectuosas.

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