Un esguince de pie y tobillo
Un esguince ocurre cuando hay un daño en un ligamento. Esto difiere de una tensión, que es una lesión en un músculo o tendón. Los ligamentos son tejidos que conectan hueso con hueso y apoyan el movimiento al estabilizar la articulación. El trabajo principal de los ligamentos es apretar para evitar que una articulación se hiperextienda o se mueva en una dirección que pueda causar lesiones. Varios ligamentos se encuentran en el pie y el tobillo, que pueden torcerse. Para controlar esta lesión, es importante entender las causas comunes de los esguinces y qué medidas se pueden tomar para prevenirlos y tratarlos.
Identificación
Un esguince se diagnostica cuando un ligamento se estira más allá de su capacidad y /o desarrolla un desgarro parcial o completo. Los esguinces pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la articulación del tobillo, afirma MayoClinic.com. Los esguinces se clasifican en tres tipos. Un nivel uno es una lesión menor durante la cual el ligamento se tira o se estira demasiado. Un esguince de nivel dos o moderado se produce cuando algunas de las fibras del ligamento se han desgarrado. Un esguince de grado tres es grave y se diagnostica cuando hay un desgarro completo del ligamento.
Causas
Un esguince de pie o tobillo se produce cuando el pie o el tobillo se tuerce, se enrolla hacia adentro o hacia afuera o se fuerza hacia adentro Una posición anormal. La Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos afirma que esto puede suceder al caminar sobre una superficie irregular, al aterrizar incorrectamente al participar en deportes de alto impacto, después de una caída o puede ser el resultado de un golpe en el pie o el tobillo. Si existen arcos altos o pies planos o hay una tendencia a pronarse (rodar hacia afuera) o supinar (rodar hacia adentro), el riesgo de desarrollar un esguince en el tobillo o pie aumenta.
Síntomas
Los síntomas La experiencia con un esguince de pie y tobillo depende de la gravedad del esguince. Debido a que un esguince menor que no se trata puede agravarse, es importante buscar tratamiento a la primera señal de los síntomas. El sitio web de Family Doctor recomienda estar atento al dolor de pie o tobillo. El área puede estar sensible al tacto, rígida o mostrar signos de hinchazón. Al principio, estos síntomas solo pueden aparecer durante la actividad, pero si no se tratan, eventualmente pueden estar presentes incluso en reposo. Esguinces más severos causarán decoloración de la piel o moretones, y el pie o el tobillo pueden sentirse fríos y adormecerse. Con esguinces severos puede no ser posible cargar peso en el pie y el tobillo afectados, y el dolor suele ser significativo.
Tratamiento
Los esguinces severos pueden requerir cirugía para reparar o volver a colocar el ligamento. Los esguinces menores a menudo se curan solos en una o dos semanas si se toman las medidas adecuadas, afirma el sitio web Aetna InteliHealth. Esto incluye descansar el área y evitar actividades que empeoren los síntomas hasta que el dolor desaparezca. Usar hielo y elevar el pie y el tobillo ayudará a controlar la hinchazón y la inflamación. Será importante volver a las actividades lentamente e interrumpir o retroceder las actividades que causan los síntomas. Los esguinces moderados también pueden requerir dolor y medicamentos antiinflamatorios o inyecciones de esteroides si el medicamento oral no es suficiente. En algunos casos puede ser necesario envolver el área, usar un yeso o usar muletas. Los esguinces moderados y severos pueden tardar meses en curarse, por lo que la mejor opción es comenzar el tratamiento temprano para evitar complicaciones cuando sea posible.
Prevención /Solución
Después de que el esguince de tobillo o pie, es importante tomar medidas para evitar que esta lesión vuelva a ocurrir. Si existen pies planos, arcos altos o una tendencia a pronarse o supinar, hablar con un podólogo puede ayudarlo. Un podólogo puede evaluar los patrones de movimiento, así como la estructura del pie. Si es necesario, se pueden prescribir insertos u ortodics para ayudar a promover una mejor alineación. Además, la American Orthopedic Foot and Ankle Society recomienda hacer ejercicio para ayudar a fortalecer y estirar el pie y el tobillo y mejorar el equilibrio. Los músculos más fuertes y flexibles tendrán menos probabilidades de tirar de los ligamentos. Mejorar el equilibrio reducirá el riesgo de caerse y torcer el tobillo o el pie.