Los efectos del selenio y el zinc en la espermatogénesis
El zinc y el selenio son elementos metálicos que son esenciales para una buena salud. Tu cuerpo solo necesita pequeñas cantidades de estos nutrientes. Son considerados microminerales o oligoelementos por los nutricionistas, pero pueden surgir problemas de salud importantes en asociación con deficiencias de zinc o selenio. Según el Instituto Linus Pauling de la Universidad Estatal de Oregón, tanto el zinc como el selenio participan en una variedad de procesos importantes en sus células. Ambos son fundamentales para prevenir el daño oxidativo del tejido y ambos son importantes en la espermatogénesis y la fertilidad masculina. Pregúntele a su médico si los suplementos minerales son apropiados para usted.
Espermatogénesis
La espermatogénesis es el proceso de desarrollo de las células espermáticas. Implica la división y maduración de células testiculares primitivas llamadas espermatogonias, con la producción final de espermatozoides activos que son capaces de fertilizar un óvulo u óvulo. Durante este proceso, el número de cromosomas en sus células espermáticas debe reducirse a la mitad, ya que tanto el esperma como el óvulo contribuyen con la mitad del complemento total de cromosomas después de la fertilización. Durante la espermatogénesis, sus células espermáticas son susceptibles al daño oxidativo, lo que reduce su viabilidad.
Actividad antioxidante
Dr. Elson Haas, autor de "Mantenerse saludable con la nutrición", informa que el zinc es un componente de la superóxido dismutasa, una enzima que protege a las células del daño causado por los radicales libres. De manera similar, el selenio se encuentra en un grupo de compuestos antioxidantes llamados selenoproteínas, muchos de los cuales previenen la degradación oxidativa de las membranas de las células y otros componentes importantes. Los espermatozoides son metabólicamente activos y generan un gran número de radicales libres durante su desarrollo. Los sistemas de enzimas dependientes del zinc y el selenio ayudan a neutralizar estos radicales libres.
Calidad mejorada
Se ha demostrado que tanto el zinc como el selenio reducen el estrés oxidativo en el desarrollo de espermatozoides, lo que mejora la calidad del esperma. Un estudio publicado en la edición de febrero de 2009 de "Nutrition Research" mostró que los niveles bajos de zinc en el semen se correlacionaban con un menor conteo de espermatozoides y un mayor grado de morfología anormal del esperma: tamaño, forma, longitud de la cola y otras características. Asimismo, la edición de enero de 2011 de la "Revista Internacional de Medicina General" informó que el selenio en una dosis diaria de 200 mcg mejoró la morfología y la motilidad de los espermatozoides y aumentó las tasas de embarazos espontáneos entre parejas de hombres infértiles.
Recomendaciones
El cinc y el selenio ejercen efectos beneficiosos sobre la espermatogénesis. La suplementación con estos dos nutrientes ha demostrado mejorar la calidad del esperma en estudios clínicos. Sin embargo, la suplementación debe realizarse con cuidado; Las grandes dosis de selenio pueden ser tóxicas, y el uso excesivo de zinc puede llevar a la malabsorción de otros nutrientes, como el cobre. El Dr. Haas recomienda al menos 15 a 30 mg de zinc al día para las necesidades de mantenimiento y hasta 150 mg al día para tratar la deficiencia de zinc. Las dosis de selenio de 200 a 400 mcg por día son suficientes para la mayoría de los propósitos. La vitamina E en dosis de 400 a 800 UI diarias mejora las funciones del selenio. Pregúntele a su médico cuál es la mejor dosis para usted.