El mejor alimento para el cerebro del mundo
El cerebro tiene muchos requisitos nutricionales que lo ayudan a desempeñar sus funciones. Requiere glucosa como fuente de energía, un compuesto que se metaboliza fácilmente a partir de carbohidratos. Varias vitaminas y antioxidantes ayudan a proteger el cerebro de lesiones, mientras que ciertas vitaminas y ácidos grasos también desempeñan funciones específicas que ayudan a las células cerebrales a funcionar. Los mejores alimentos para el cerebro contienen muchos de estos nutrientes importantes en una forma fácil de digerir.
Panes de grano entero
Los granos enteros cocidos y molidos, como el trigo, la avena, la cebada y el mijo, son carbohidratos saludables que pueden ser digerido rápidamente para producir azúcar en la glucosa. Una forma conveniente de consumir granos enteros es como panes horneados, aunque las galletas y los cereales pueden ser igual de nutritivos. La información descrita en "Nutrición avanzada y metabolismo humano" apunta a que la glucosa es el principal combustible para el cerebro, con un consumo diario de al menos 100 g de carbohidratos necesarios para proporcionar suficiente glucosa para potenciar las funciones cerebrales. Los granos integrales también son buenas fuentes de vitaminas B, selenio y fibra soluble. La fibra soluble puede regular los niveles de colesterol en la sangre, lo que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y lesiones cerebrales, como los accidentes cerebrovasculares.
Fatty Fish
Pescados grasos, como el salmón, la caballa, el atún, el arenque y las sardinas - - Son fuentes ricas en ácidos grasos esenciales. Quizás el más importante de estos son los ácidos grasos omega-3, que son esenciales para la función del cerebro y del sistema nervioso. Un estudio en "Aspectos bioquímicos, fisiológicos y moleculares de la nutrición humana" informa que los ácidos grasos omega-3 son necesarios para la síntesis de mielina; la mielina es la vaina protectora alrededor de los nervios que permite un flujo rápido de los impulsos cerebrales. Además, los ácidos grasos omega-3 juegan un papel crucial en el comportamiento y la cognición; Las deficiencias se han asociado con depresión, dislexia y trastornos por déficit de atención.
Bayas ricas en antioxidantes
Los arándanos son especialmente ricos en antioxidantes, que protegen los vasos sanguíneos y el cerebro del estrés oxidativo creado por la libre radicales Uno de los antioxidantes es la vitamina E, que puede combatir la pérdida de capacidades cognitivas relacionada con la edad. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Barcelona, España, y publicado en "Neurociencia nutricional" en 2005, encontró que las dietas ricas en arándanos mejoraron significativamente la capacidad de aprendizaje, la memoria y las habilidades motoras de las ratas envejecidas. Además, se encontró que las antocianinas en los arándanos promueven el crecimiento de nuevas neuronas en la región de la amígdala del cerebro.
Nueces y semillas
Muchas nueces y semillas son buenas fuentes de proteínas, minerales, vitamina E, omega 6 ácidos grasos y algunos aminoácidos esenciales. Como ejemplo, las semillas de calabaza y sésamo son ricas en tirosina, el aminoácido requerido para la síntesis de dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y coordina el movimiento. Muchas nueces y semillas son buenas fuentes de vitaminas B La información publicada en "Vitaminas: Aspectos fundamentales en nutrición y salud" indica que la vitamina B-6 es necesaria para producir dopamina y serotonina, que son esenciales para la comunicación entre las neuronas. El cerebro necesita ácido fólico para mantener la memoria y la concentración. La vitamina B-12 se asocia con funciones cerebrales más altas y su deficiencia conduce a síntomas muy similares a la enfermedad de Alzheimer. Los ejemplos de nueces y semillas particularmente saludables incluyen nueces, almendras, anacardos, avellanas, semillas de lino y semillas de girasol.