¿Qué puedes ponerte en las manos para el athiritus?
1. Muñequera: Una muñequera puede brindar apoyo, reducir la tensión en las articulaciones y ayudar a alinear la muñeca y la mano. Busque un aparato ortopédico que le quede ceñido pero cómodo.
2. Férulas para los dedos: Las férulas para dedos personalizadas pueden inmovilizar las articulaciones afectadas y reducir la inflamación en los dedos y el pulgar.
3. Guantes para abrigarse: El calor puede ayudar a aliviar la rigidez y el dolor asociados con la artritis. Considere usar guantes térmicos o terapéuticos para mantener las manos calientes.
4. Guantes de compresión: Los guantes de compresión comprimen suavemente las manos, lo que puede ayudar a mejorar la circulación, reducir la hinchazón y aliviar el dolor.
5. Analgésicos tópicos: Los analgésicos de venta libre, como cremas o geles, se pueden aplicar directamente sobre la piel de las manos para reducir el dolor.
6. Terapia de calor: La aplicación de calor en forma de baños de agua tibia, compresas calientes o almohadillas térmicas puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo, reducir los espasmos musculares y aliviar la rigidez de las articulaciones.
7. Terapia de frío: En algunos casos, la terapia con frío puede resultar beneficiosa. La aplicación de compresas frías o de hielo envueltas en un paño puede ayudar a reducir la inflamación y adormecer el dolor temporalmente.
8. Remedios a base de hierbas: Algunos extractos de hierbas, como el jengibre o la cúrcuma, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden brindar alivio. Los suplementos a base de hierbas o ungüentos tópicos que contengan estos ingredientes pueden ser una opción.
9. Aceites esenciales: Ciertos aceites esenciales, como el de menta o eucalipto, tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Estos se pueden diluir y aplicar en el área afectada.
10. Ejercicio y estiramiento: Realice ejercicios y estiramientos suaves con las manos para mantener la movilidad y la fuerza de las articulaciones sin causar dolor o tensión excesivos.
Recuerde, siempre es mejor consultar a un proveedor de atención médica antes de probar cualquiera de estas estrategias para asegurarse de que sean adecuadas para su afección individual. Un médico también puede recomendar otros tratamientos, como fisioterapia o medicamentos, según sus necesidades específicas.