Si bien tomar un baño tibio puede ser relajante durante el embarazo y puede ayudar a aliviar temporalmente algunas molestias, no existe evidencia científica que respalde la afirmación de que pueda inducir el parto. Las intervenciones médicas, como agentes de maduración cervical o métodos de inducción realizados por profesionales de la salud, generalmente se utilizan para inducir el parto cuando es médicamente necesario.