La historia de la reflexología se remonta al antiguo Egipto. Se han encontrado representaciones de masajes de pies en las paredes de tumbas que datan del año 2330 a.C. Textos antiguos de China e India también mencionan el uso de la reflexología con fines curativos. A principios del siglo XX, Eunice Ingham introdujo la reflexología en Europa y América. Desarrolló un sistema de reflexología basado en la terapia zonal, que divide el cuerpo en 10 zonas verticales que corresponden a diferentes órganos y sistemas. Desde entonces, la reflexología ha ganado popularidad como terapia complementaria para una variedad de afecciones, incluidos el estrés, el dolor y los problemas digestivos.