Sí, es común que a una mujer embarazada el estómago se le ponga duro en ocasiones. Esta dureza es causada por el endurecimiento de los músculos uterinos, lo que se conoce como contracciones de Braxton Hicks. Estas contracciones suelen ser irregulares y leves, y tienden a aumentar en frecuencia e intensidad a medida que avanza el embarazo. Las contracciones de Braxton Hicks son una parte normal del embarazo y no suelen ser motivo de preocupación. Sin embargo, si experimenta contracciones regulares y dolorosas, es importante que se comunique con su médico o partera.