La vía intravenosa (IV) es el método más común de administración de medios de contraste. Esto permite que el medio de contraste se distribuya rápida y uniformemente por todo el torrente sanguíneo, proporcionando una buena visualización de los vasos sanguíneos y los órganos. La inyección de contraste intravenoso se puede administrar en forma de un solo bolo o en infusión continua durante el procedimiento de obtención de imágenes.