¿Para qué sirve el fólico?

Prevención de defectos del tubo neural:

- El ácido fólico, es una forma sintética de folato, que comúnmente se prescribe a mujeres embarazadas desde el período previo a la concepción para ayudar en la prevención de defectos del tubo neural (DTN) en sus bebés en desarrollo, como la espina bífida.

Niveles de homocisteína:

- El folato ayuda al cuerpo a metabolizar la homocisteína. Los niveles altos de homocisteína en la sangre pueden provocar enfermedades vasculares y potencialmente provocar accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos.

Producción de glóbulos rojos:

- El folato es esencial para producir glóbulos rojos sanos, que transportan oxígeno a las células de todo el cuerpo. Un nivel adecuado de folato ayuda a prevenir la anemia megaloblástica, que es un tipo de anemia causada por la incapacidad de la médula ósea para producir glóbulos rojos sanos.

Síntesis de ADN y ARN:

- El folato desempeña un papel crucial en la síntesis de ADN, el material genético que guía el crecimiento y la reproducción celular, y de ARN, que participa en la síntesis de proteínas y otras funciones celulares esenciales.

División celular saludable:

- El folato participa en la síntesis de nucleótidos necesarios para el crecimiento y la división celular. Los niveles óptimos de folato son necesarios para apoyar la rápida división celular que ocurre en diversos tejidos, particularmente durante el desarrollo prenatal y la primera infancia.

Función inmune:

- El folato desempeña un papel en el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, ayudando a reforzar los mecanismos de defensa contra las infecciones.

Salud cardiovascular:

- Varios estudios sugieren una posible asociación entre una ingesta adecuada de folato con un riesgo reducido de ciertas enfermedades cardiovasculares, posiblemente debido a su papel en el metabolismo de la homocisteína y en la reducción de la inflamación.

Salud cognitiva:

- Algunas investigaciones indican una posible asociación entre una ingesta suficiente de folato y un riesgo reducido de deterioro cognitivo y ciertos trastornos neuropsiquiátricos, como la depresión y la enfermedad de Alzheimer.