El tamaño del cerebro humano varía considerablemente entre individuos, sin una distinción clara basada únicamente en la presencia de autismo. Los tamaños y estructuras del cerebro pueden diferir entre las personas con autismo, pero estas variaciones no son consistentes y también se pueden encontrar en la población general. El desarrollo y el tamaño del cerebro están influenciados por varios factores, como la genética, el medio ambiente y las experiencias individuales, en lugar de estar determinados directamente por el autismo.