¿Por qué plasmar un componente no vivo de la sangre?

El plasma, el componente líquido que constituye aproximadamente el 55% del volumen sanguíneo, de hecho se clasifica como un componente no vivo de la sangre. Mientras que los demás componentes celulares de la sangre, incluidos los glóbulos rojos (eritrocitos), los glóbulos blancos (leucocitos) y las plaquetas (trombocitos), están vivos, el plasma puede considerarse una matriz extracelular no viva. Aquí hay algunas razones por las cuales:

Falta de Metabolismo Celular:El plasma, a diferencia de las células vivas, no realiza el metabolismo celular. No tiene núcleo, mitocondrias ni otros orgánulos necesarios para la producción de energía, la síntesis de proteínas y las funciones celulares.

Composición inerte:el plasma consta de varios iones disueltos, proteínas, hormonas y productos de desecho, pero carece de las propiedades de autoorganización y autorreparación asociadas con los organismos vivos.

Falta de estructura celular:a diferencia de las células vivas, el plasma no está organizado en una entidad estructurada. Es esencialmente una solución acuosa de moléculas dentro del torrente sanguíneo.

Ausencia de crecimiento y reproducción:el plasma no tiene la capacidad de crecer, dividirse ni reproducirse por sí solo. La composición del plasma se mantiene mediante diversos procesos dentro del cuerpo, incluido el intercambio de sustancias con otros compartimentos y la regulación por órganos como el hígado y los riñones.

Naturaleza no replicativa:el plasma no es autorreplicativo, lo que significa que es incapaz de producir plasma nuevo u otras células sanguíneas.

Aunque el plasma es esencial para mantener el volumen sanguíneo, transportar sustancias y facilitar numerosos procesos fisiológicos, carece de las características que definen a los organismos vivos. Por lo tanto, se considera un componente no vivo de la sangre.