Por lo general, se extraen de forma rutinaria entre 450 y 500 mililitros (mL) de sangre de un donante de sangre en una donación de sangre completa. Este volumen constituye una unidad de donación de sangre total. La cantidad de sangre recolectada se regula para garantizar que se recolecte un volumen de sangre suficiente para fines de transfusión sin causar daño al donante. Los centros de recolección de sangre siguen pautas y procedimientos específicos para garantizar un proceso de donación de sangre seguro y bien controlado.