Los músculos se unen a los huesos a través de tejidos conectivos especializados llamados
tendones. . Los tendones están compuestos de fibras de colágeno densas y fibrosas que están organizadas en una disposición paralela. Esta disposición permite que los tendones resistan las altas fuerzas de tracción generadas por las contracciones musculares. Cada extremo de un tendón está anclado al hueso o al cartílago a través de estructuras de colágeno especializadas conocidas como fibras de Sharpey. Esta formación estructural única de tendones y fibras de Sharpey crea una conexión segura entre músculos y huesos, lo que permite una transmisión eficiente de fuerzas contráctiles y permite diversas formas de movimiento.