¿En qué se diferencia el tejido óseo del cartílago?
1. Mineralización :El tejido óseo está mineralizado, es decir, contiene sales de calcio como la hidroxiapatita, que lo vuelven rígido y duro. Por el contrario, el cartílago no está mineralizado y, por tanto, es más flexible y resistente.
2. Células estructurales :El tejido óseo contiene células especializadas llamadas osteocitos, que residen dentro de pequeñas cavidades llamadas lagunas. Los osteocitos mantienen la estructura ósea y se comunican entre sí a través de pequeños canales llamados canalículos. El cartílago contiene células llamadas condrocitos, que residen en espacios llamados lagunas dentro de la matriz del cartílago.
3. Composición de la matriz :El tejido óseo está formado por una matriz compuesta por fibras de colágeno y proteoglicanos (proteínas y moléculas de azúcar). Esta matriz está impregnada de minerales de calcio y fosfato, lo que confiere al hueso su fuerza y rigidez. El cartílago también consta de una matriz de fibras de colágeno y proteoglicanos, pero carece de sales de calcio mineralizadas.
4. Suministro de sangre :El tejido óseo está bien vascularizado, lo que significa que tiene una rica red de vasos sanguíneos que suministran nutrientes y oxígeno a los osteocitos. El cartílago, por otro lado, es avascular, es decir, carece de vasos sanguíneos. Los nutrientes se difunden a través de los tejidos circundantes para llegar a los condrocitos.
5. Crecimiento y Reparación :El tejido óseo puede crecer y remodelarse a lo largo de la vida, respondiendo al estrés mecánico y a señales hormonales. Este proceso, llamado remodelación ósea, implica la descomposición del tejido óseo viejo por parte de los osteoclastos y la formación de tejido óseo nuevo por parte de los osteoblastos. El cartílago crece principalmente durante el desarrollo fetal y la primera infancia. La reparación del cartílago es limitada y, cuando se produce daño, a menudo resulta en la formación de cicatrices en lugar de regeneración.
6. Ubicación :El tejido óseo forma el esqueleto y proporciona apoyo, protección y palanca para el movimiento. Se encuentra en los huesos largos de las extremidades, los huesos planos del cráneo y la caja torácica y los huesos irregulares de la columna y la pelvis. El cartílago se encuentra en varios lugares del cuerpo, incluidas las articulaciones (donde proporciona superficies de deslizamiento suaves), el oído, la nariz, la tráquea y los discos intervertebrales entre las vértebras.
Estas diferencias en estructura y composición contribuyen a las distintas funciones del tejido óseo y del cartílago, permitiéndoles desempeñar funciones vitales en el sistema musculoesquelético del cuerpo.