¿Qué hace que los huesos sean fuertes y al mismo tiempo ligeros?

Los huesos están compuestos por una matriz de proteínas, principalmente colágeno, reforzada con fosfato cálcico (en forma de hidroxiapatita). Esta combinación de materiales hace que los huesos sean fuertes y rígidos para soportar fuerzas mecánicas, pero también lo suficientemente livianos para que el cuerpo los transporte.

El colágeno, una proteína fibrosa, proporciona flexibilidad y resistencia a la tracción de los huesos. Actúa como un andamio que da a los huesos su forma y resistencia. El fosfato de calcio es un mineral que forma cristales que crecen dentro de la matriz de colágeno. Estos cristales añaden rigidez y dureza a los huesos, haciéndolos resistentes a la compresión.

La combinación de los componentes orgánicos (colágeno) e inorgánicos (fosfato de calcio) de los huesos da como resultado un material único conocido como tejido óseo, que es liviano pero muy duradero. La densidad y disposición del colágeno y el fosfato cálcico confieren a los huesos su resistencia y flexibilidad características, permitiéndoles soportar cargas importantes sin romperse ni deformarse.