Salpicar líquido significa hacer que el líquido se mueva rápidamente en diferentes direcciones, generalmente arrojándolo o derramándolo. Puede hacerse intencionalmente, como cuando alguien juega en el agua o limpiando una superficie, o puede ser accidental, como cuando se cae un vaso de agua. Salpicar líquido puede crear un desastre, pero también puede ser muy divertido.