Los glóbulos blancos, también conocidos como leucocitos, no transportan oxígeno en el torrente sanguíneo. Los glóbulos rojos, también conocidos como eritrocitos, son las células encargadas de transportar oxígeno por todo el cuerpo. Los glóbulos blancos desempeñan diferentes funciones en la defensa contra infecciones y en la regulación de las respuestas inmunitarias.