¿Por qué al paciente diabético se le da glucosa y no azúcar?

La glucosa se administra a los pacientes diabéticos porque es la principal fuente de energía del cuerpo. Cuando los niveles de azúcar en sangre bajan demasiado, puede ocurrir una condición llamada hipoglucemia, que puede causar una variedad de síntomas que incluyen mareos, confusión y fatiga. La glucosa se administra a pacientes diabéticos para prevenir o tratar la hipoglucemia.

El azúcar, por otro lado, no se recomienda para pacientes diabéticos porque puede provocar un aumento brusco de los niveles de azúcar en sangre. Esto puede provocar una variedad de complicaciones, que incluyen daño renal, daño a los nervios y pérdida de la visión.

Además, el cuerpo absorbe más fácilmente la glucosa que el azúcar, lo que significa que puede ayudar a prevenir la hipoglucemia. El azúcar, por otro lado, se absorbe más lentamente, lo que puede provocar niveles de azúcar en sangre demasiado altos.

Por tanto, la glucosa es el tratamiento preferido para la hipoglucemia en pacientes diabéticos. Los pacientes diabéticos deben evitar el azúcar, ya que puede provocar un aumento brusco de los niveles de azúcar en sangre y provocar una variedad de complicaciones.