La radioterapia puede dañar la mucosa del estómago y los intestinos. ¿Qué efecto podría tener sobre el equilibrio electrolítico?
- Absorción alterada: La mucosa dañada puede afectar la absorción de electrolitos como los iones de sodio, potasio, cloruro y bicarbonato del tracto gastrointestinal. Esto puede provocar deficiencias de electrolitos.
- Diarrea: La radioterapia puede causar diarrea, caracterizada por deposiciones frecuentes, blandas y acuosas. La diarrea puede provocar una pérdida significativa de electrolitos, especialmente sodio, potasio y bicarbonato, además de agua.
- Vómitos: El vómito es otro efecto secundario común de la radioterapia. Al igual que la diarrea, los vómitos pueden provocar la pérdida de electrolitos como potasio, cloruro e iones de hidrógeno, así como de líquidos.
- Aumento de la secreción intestinal: La radiación puede alterar la función secretora normal de los intestinos. Esto puede provocar un aumento de la secreción de electrolitos en la luz intestinal, lo que provoca desequilibrios electrolíticos.
- Cambios en el equilibrio ácido-base: El daño a la mucosa gástrica puede afectar la secreción de ácido clorhídrico, lo que puede alterar el pH del tracto gastrointestinal e influir en la absorción y excreción de electrolitos.
Como resultado de estos efectos, las personas sometidas a radioterapia pueden experimentar alteraciones en el equilibrio electrolítico, como hiponatremia, hipopotasemia, acidosis metabólica o alcalosis metabólica. Por lo tanto, monitorear los niveles de electrolitos y garantizar el reemplazo adecuado de líquidos y electrolitos es crucial durante la radioterapia para mantener la salud general y prevenir complicaciones.