¿Cómo se protege el duodeno de los ácidos del estómago?

El duodeno, al ser la primera parte del intestino delgado, está directamente conectado al estómago y está expuesto a los jugos gástricos ácidos que ayudan en la digestión. Para protegerse de los efectos nocivos de estas condiciones ácidas, el duodeno dispone de varios mecanismos de defensa:

1. Barrera epitelial:

- La capa más interna de la pared duodenal está formada por un revestimiento de células epiteliales especializadas. Estas células forman uniones estrechas, creando una barrera física que impide el reflujo del contenido gástrico ácido hacia el duodeno.

2. Capa Mucosa:

- Las células caliciformes del epitelio duodenal secretan un moco espeso y alcalino que recubre la luz intestinal. Esta capa de moco actúa como una barrera protectora, neutralizando los ácidos del estómago y evitando el contacto directo con las células duodenales.

3. Secreción de bicarbonato:

- El páncreas, un órgano digestivo vital estrechamente asociado al duodeno, desempeña un papel crucial a la hora de protegerlo de la acidez. El páncreas secreta un líquido rico en iones bicarbonato (HCO3-) hacia el duodeno. El bicarbonato actúa como un álcali, neutralizando el quimo ácido (alimento parcialmente digerido mezclado con jugos gástricos) cuando ingresa al intestino delgado.

4. Hormona secretina:

- La presencia de quimo ácido en el duodeno estimula la liberación de la hormona secretina de las células especializadas de la pared duodenal. La secretina promueve que el páncreas aumente su secreción de bicarbonato, mejorando aún más la neutralización de los ácidos del estómago.

5. Sistema Nervioso Entérico:

- El sistema nervioso entérico del duodeno (parte del sistema nervioso autónomo) desempeña un papel en la coordinación de los reflejos protectores. Cuando se expone a condiciones ácidas, el duodeno puede iniciar contracciones musculares locales que ralentizan el movimiento del quimo, permitiendo más tiempo para la neutralización.

6. Prostaglandinas:

- La mucosa duodenal produce prostaglandinas, sustancias parecidas a hormonas que tienen diversas funciones protectoras. Ayudan a mantener el flujo sanguíneo al revestimiento duodenal y estimulan la producción de moco y bicarbonato.

Estos mecanismos trabajan juntos para crear un ambiente protector en el duodeno, permitiéndole resistir el quimo ácido del estómago y continuar con su papel crucial en la digestión y absorción de nutrientes.