¿Qué sucede cuando el sistema digestivo no mantiene la homeostasis?
1. Indigestión: Esto se refiere a malestar o dolor en la parte superior del abdomen después de comer. Puede ocurrir por varias razones, como exceso de ácido estomacal, retraso en el vaciado del estómago o problemas con las contracciones musculares en el tracto digestivo.
2. Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): Esta afección ocurre cuando el contenido del estómago regresa al esófago, provocando acidez de estómago, regurgitación ácida y dolor en el pecho. Puede ser el resultado de un esfínter esofágico inferior (EEI) debilitado o dañado, la válvula muscular que controla el paso de los alimentos desde el esófago al estómago.
3. Úlceras: Las úlceras pépticas son llagas que se desarrollan en el revestimiento del estómago o del intestino delgado. A menudo son causadas por una infección por la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori), el uso excesivo de ciertos medicamentos (como los antiinflamatorios no esteroides o AINE) o el estrés prolongado.
4. Estreñimiento: Esto se refiere a dificultad para defecar o evacuaciones intestinales duras y secas. Puede deberse a una variedad de factores, incluida la falta de fibra dietética, la ingesta insuficiente de líquidos, ciertos medicamentos y afecciones médicas subyacentes.
5. Diarrea: La diarrea ocurre cuando las heces son blandas, acuosas y frecuentes. Puede ser causada por infecciones (virales, bacterianas o parasitarias), ciertos medicamentos o afecciones que afectan la absorción o secreción de agua y electrolitos en el tracto digestivo.
6. Desnutrición: Esta condición se desarrolla cuando el cuerpo no recibe suficientes nutrientes para funcionar correctamente. Puede ocurrir por diversos motivos, como una mala alimentación, trastornos digestivos que interfieren con la absorción de nutrientes o enfermedades crónicas que aumentan los requerimientos de nutrientes.
7. Pancreatitis: Se trata de una inflamación del páncreas, órgano que produce enzimas digestivas e insulina. La pancreatitis puede ser aguda (repentina y grave) o crónica (duradera). Puede ser el resultado de cálculos biliares, abuso de alcohol, ciertos medicamentos o factores genéticos.
8. Enfermedades del hígado: El hígado desempeña un papel crucial en la digestión al producir bilis, que ayuda en la descomposición y absorción de las grasas. Las enfermedades hepáticas, como la cirrosis o la hepatitis, pueden afectar la digestión al alterar la producción de bilis y la función hepática en general.
9. Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII): Estas son condiciones crónicas que causan inflamación en el tracto digestivo. Ejemplos de EII incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Pueden provocar diversos síntomas digestivos, como dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso y deficiencias de nutrientes.
Cuando el sistema digestivo no logra mantener la homeostasis, estas condiciones y síntomas pueden alterar la capacidad del cuerpo para digerir adecuadamente los alimentos, absorber nutrientes y eliminar productos de desecho. Es importante consultar a un profesional de la salud si experimenta problemas digestivos persistentes para identificar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.