¿Pueden las enzimas salivales funcionar en el ambiente ácido del estómago?

No, las enzimas salivales no pueden funcionar en el ambiente ácido del estómago. La mayoría de las enzimas salivales tienen un rango de pH óptimo entre 6 y 7. El pH del estómago suele oscilar entre 1 y 3, que es muy ácido. En un ambiente tan ácido, las enzimas salivales se desnaturalizarían y perderían su actividad catalítica.

Así es como el ambiente ácido del estómago afecta las enzimas salivales:

Desnaturalización: El ambiente ácido hace que la estructura proteica de las enzimas salivales se despliegue y pierda su conformación adecuada. Este proceso, conocido como desnaturalización, altera el sitio activo de la enzima y perjudica su capacidad para unirse y catalizar reacciones.

Inactivación: Una vez desnaturalizadas, las enzimas salivales pierden su actividad catalítica y ya no pueden realizar sus funciones bioquímicas específicas. Esta inactivación es irreversible, lo que significa que las enzimas no pueden recuperar su actividad incluso si el pH se ajusta a un rango más favorable.

Ejemplos de enzimas salivales y su sensibilidad al pH bajo:

Amilasa: La amilasa salival, responsable de descomponer los carbohidratos en la boca, tiene un pH óptimo de alrededor de 6,8-7,0. Pierde su actividad rápidamente a valores de pH inferiores a 5.

Lipasa: La lipasa salival, implicada en la digestión inicial de las grasas dietéticas, tiene un rango de pH óptimo de alrededor de 5,0 a 6,0. Se vuelve progresivamente inactivo a medida que el pH disminuye por debajo de 5,0.

Proteasas: Las proteasas salivales, como la lipasa lingual y la calicreína, tienen valores de pH óptimos entre 7,0 y 8,0. Se inactivan rápidamente en el ambiente ácido del estómago.

En resumen, el ambiente ácido del estómago impide que las enzimas salivales funcionen eficazmente debido a la desnaturalización y la inactivación. Este es un mecanismo fisiológico importante que garantiza que las enzimas salivales no interfieran con los procesos digestivos en el estómago, donde la descomposición de los alimentos requiere un conjunto diferente de enzimas adaptadas a las condiciones ácidas.