¿Qué papel juega el esófago en la digestión?
1. Tragar:
- Cuando comes, los músculos de la boca y la lengua forman una bola con la comida llamada bolo.
- Luego, la lengua empuja el bolo hacia la boca, lo que desencadena el reflejo de deglución.
- Durante la deglución, la epiglotis, un pequeño colgajo de cartílago, cubre la tráquea para evitar que los alimentos o líquidos entren a los pulmones.
2. Peristaltismo:
- El esófago tiene capas de músculos lisos que generan ondas rítmicas de contracciones llamadas peristaltismo.
- La peristalsis impulsa el bolo alimenticio por el esófago hacia el estómago creando ondas alternas de relajación y contracción.
3. Músculos del esfínter:
- El esófago está protegido por dos músculos del esfínter:el esfínter esofágico superior (UES) y el esfínter esofágico inferior (LES).
- El UES evita que entre aire al esófago al inhalar y permite la entrada de alimentos y líquidos.
- El EEI, situado en la unión del esófago y el estómago, controla el paso de los alimentos y los jugos gástricos y previene su reflujo hacia el esófago.
4. Glándulas esofágicas:
- El esófago contiene glándulas que secretan moco.
- La mucosidad ayuda a lubricar el paso de los alimentos, facilitando la deglución y previniendo daños en el revestimiento del esófago.
5. Gravedad:
- En personas erguidas, la gravedad favorece el movimiento descendente de los alimentos a través del esófago, especialmente en el consumo de grandes cantidades de alimentos.
Es importante tener en cuenta que los trastornos del esófago, como la hernia de hiato, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y los trastornos de la motilidad esofágica, pueden alterar las funciones normales del esófago y provocar síntomas como acidez de estómago, dificultad para tragar y dolor en el pecho. La evaluación y el manejo adecuados de estas afecciones son cruciales para garantizar una digestión óptima y prevenir complicaciones.