¿Cuáles son los tratamientos de la infección nosocomial?

Las infecciones nosocomiales (también llamadas infecciones adquiridas en el hospital) son infecciones adquiridas por pacientes mientras reciben atención médica en un entorno sanitario. El tratamiento de las infecciones nosocomiales suele implicar:

1. Terapia antimicrobiana :

Se pueden recetar antibióticos o medicamentos antimicóticos para matar o inhibir el crecimiento de las bacterias u hongos que causan la infección. Los antibióticos específicos utilizados dependen del agente causal identificado y su perfil de susceptibilidad.

2. Control de fuente :

Identificar y controlar el origen de la infección es fundamental para evitar su propagación. Esto puede implicar procedimientos como retirar dispositivos o tejidos infectados, drenar abscesos e implementar el cuidado adecuado de las heridas.

3. Cuidados de apoyo :

Las infecciones nosocomiales pueden provocar complicaciones y requerir medidas de apoyo como:

- Reanimación con líquidos para prevenir la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos.

- Soporte nutricional para mantener la fuerza y ​​ayudar al organismo a combatir la infección.

- Oxigenoterapia para apoyar la función respiratoria.

- Transfusiones de hemoderivados para el manejo de anemia o trastornos de la coagulación.

4. Aislamiento :

Para evitar la transmisión de la infección a otros pacientes y trabajadores de la salud, las personas infectadas pueden ser colocadas en salas de aislamiento. Esto implica seguir estrictos protocolos de control de infecciones, incluido el uso de equipos de protección personal (EPP) por parte del personal sanitario.

5. Intervención quirúrgica :

En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el tejido infectado o con fines de drenaje.

6. Medidas preventivas :

La implementación de medidas integrales de prevención y control de infecciones es crucial para prevenir la aparición de infecciones nosocomiales. Esto incluye lavado de manos regular, limpieza y desinfección adecuadas de superficies y equipos médicos, y uso apropiado de medicamentos antimicrobianos.

Es importante que el tratamiento de las infecciones nosocomiales esté guiado por el asesoramiento y supervisión de profesionales sanitarios que puedan valorar las circunstancias y necesidades específicas de cada caso individual.