¿Cómo afecta el infarto al órgano?
Los ataques cardíacos pueden afectar varios órganos de las siguientes maneras:
- Corazón: Un ataque cardíaco ocurre cuando se bloquea el suministro de sangre al corazón, generalmente por un coágulo de sangre en una arteria coronaria. La falta de flujo sanguíneo puede dañar o destruir el tejido cardíaco, provocando dolor en el pecho, dificultad para respirar e incluso la muerte.
- Cerebro: Un ataque cardíaco grave también puede provocar un derrame cerebral, que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro. Los síntomas del accidente cerebrovascular incluyen flacidez facial, debilidad en brazos o piernas en un lado del cuerpo y dificultades en el habla.
- Riñones: Los riñones filtran los productos de desecho de la sangre y producen orina. Los ataques cardíacos pueden reducir el flujo sanguíneo a los riñones, causando daño renal y potencialmente provocando insuficiencia renal.
- Pulmones: Los ataques cardíacos pueden provocar una acumulación de líquido en los pulmones, lo que provoca falta de aire y dificultad para respirar.
- Tracto gastrointestinal: Los ataques cardíacos pueden causar náuseas, vómitos y dolor abdominal debido a la reducción del flujo sanguíneo al estómago y los intestinos.
- Hígado: Los ataques cardíacos graves pueden provocar una disminución de la función hepática, lo que puede provocar ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), orina oscura y heces de color claro.
- Piel: Los ataques cardíacos pueden hacer que la piel se ponga pálida y húmeda debido a la mala circulación.
Es esencial buscar atención médica inmediata si usted o alguien que conoce experimenta síntomas que sugieren un ataque cardíaco. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden mejorar significativamente los resultados y reducir el riesgo de daño a otros órganos.