¿Cómo se diagnostica la atresia biliar?

La atresia biliar se diagnostica mediante diversas pruebas y procedimientos, que incluyen:

1. Examen físico: El médico buscará signos de enfermedad hepática, como ictericia (color amarillento de la piel y los ojos) y agrandamiento del hígado o del bazo.

2. Análisis de sangre: Los análisis de sangre pueden detectar niveles elevados de bilirrubina, enzimas hepáticas y otras sustancias que indican daño hepático u obstrucción biliar.

3. Estudios de imagen:

- Ultrasonido: La ecografía utiliza ondas sonoras para crear imágenes del hígado, la vesícula biliar y los conductos biliares. Puede mostrar si los conductos biliares están dilatados u obstruidos.

- Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM): MRCP es una técnica de imagen no invasiva que utiliza imágenes por resonancia magnética (MRI) para visualizar los conductos biliares y pancreáticos.

- Gammagrafía hepatobiliar (exploración HIDA): Una exploración HIDA es una prueba de imágenes de medicina nuclear que implica inyectar un marcador radiactivo en una vena. El marcador es absorbido por el hígado y excretado por la bilis. La exploración puede mostrar si los conductos biliares están bloqueados u obstruidos.

4. Biopsia de hígado: Una biopsia de hígado es un procedimiento en el que se toma una pequeña muestra de tejido hepático y se examina con un microscopio. Esto puede proporcionar información sobre la gravedad del daño hepático y ayudar a determinar la causa.

5. Laparoscopia exploratoria: En algunos casos, se puede realizar una laparoscopia exploratoria. Esto implica insertar una pequeña cámara en el abdomen a través de una pequeña incisión para visualizar directamente el hígado y los conductos biliares.

Según los resultados de estas pruebas y procedimientos, el médico puede hacer un diagnóstico de atresia biliar y recomendar el tratamiento adecuado.