Los sofocos son una sensación repentina de calor intenso y sudoración, a menudo acompañada de taquicardia, enrojecimiento de la cara y el cuello y ansiedad o irritabilidad. Los sofocos son un síntoma común de la menopausia y ocurren hasta en el 85% de las mujeres, pero también pueden ocurrir en hombres, especialmente aquellos que se someten a terapia de privación de andrógenos para el cáncer de próstata. Los sofocos pueden ser muy perturbadores y afectar el sueño, el estado de ánimo y la calidad de vida. Se desconoce la causa exacta de los sofocos, pero se cree que está relacionada con la caída repentina de los niveles de estrógeno durante la menopausia. El estrógeno ayuda a regular el termostato del cuerpo y, cuando los niveles de estrógeno bajan, el cuerpo puede reaccionar de forma exagerada a los cambios normales de temperatura produciendo sofocos. Otros factores que pueden desencadenar sofocos incluyen el estrés, el tabaquismo, la cafeína y el alcohol.