¿Cómo se extrae la sangre del cordón umbilical?

La recolección de sangre del cordón umbilical implica los pasos que se describen a continuación:

1. Entrega y Sujeción: Después del nacimiento del bebé, se pinza el cordón umbilical para evitar una pérdida excesiva de sangre. La sujeción suele ocurrir dentro de los primeros 30 a 60 segundos.

2. Desinfección: El área alrededor del cordón umbilical se limpia y desinfecta minuciosamente para minimizar el riesgo de contaminación.

3. Preparación para la recolección: Se adjunta al cordón umbilical una bolsa o recipiente recolector esterilizado. Esta bolsa tiene un anticoagulante para evitar que la sangre se coagule durante la recolección.

4. Recolección basada en la gravedad: La bolsa recolectora se coloca debajo del nivel de la placenta, lo que permite que la sangre fluya hacia la bolsa debido a la gravedad. Este método de recolección es sencillo y no requiere ningún equipo adicional.

5. Recolección Asistida o Asistida por Presión: En los casos en que el flujo sanguíneo desde la placenta sea más lento, se puede utilizar un método más suave. Esto puede implicar ordeñar o apretar suavemente el cordón umbilical para facilitar el flujo de sangre hacia la bolsa recolectora.

6. Desconexión de bolsa: Una vez que se ha recolectado un volumen adecuado de sangre (generalmente entre 50 y 150 mililitros), la bolsa de recolección se desconecta del cordón umbilical.

7. Separación del cordón: Luego, se vuelve a sujetar el cordón umbilical más cerca del cuerpo del bebé y se corta la porción restante del cordón, separando al bebé y la placenta por completo.

8. Etiquetado y Almacenamiento: La sangre recolectada en la bolsa está cuidadosamente etiquetada con la información de identificación del bebé, la fecha y la hora de recolección. Luego, la bolsa se almacena adecuadamente y se transporta a un laboratorio designado para su posterior procesamiento y conservación.

Es importante tener en cuenta que la extracción de sangre del cordón umbilical generalmente la realizan profesionales médicos capacitados, como obstetras o parteras, que tienen experiencia en este procedimiento para garantizar la seguridad y el bienestar tanto de la madre como del bebé.