Embarazo con hepatitis:qué hacer

La hepatitis durante el embarazo puede ser una afección grave tanto para la madre como para el bebé. Los tipos más comunes de hepatitis que pueden afectar a las mujeres embarazadas son la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C.

Hepatitis A es una infección hepática contagiosa causada por el virus de la hepatitis A (VHA). El VHA generalmente se transmite a través del contacto con agua o alimentos contaminados. Los síntomas de la hepatitis A pueden incluir fiebre, fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces de color claro y dolor en las articulaciones. En la mayoría de los casos, la hepatitis A es una enfermedad autolimitada que se resuelve en unas pocas semanas. Sin embargo, en algunos casos, la hepatitis A puede provocar insuficiencia hepática y la muerte.

Hepatitis B Es una infección hepática grave causada por el virus de la hepatitis B (VHB). El VHB se transmite a través del contacto con sangre o fluidos corporales infectados. Los síntomas de la hepatitis B pueden incluir fiebre, fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces de color claro y dolor en las articulaciones. En la mayoría de los casos, la hepatitis B es una infección crónica que puede provocar daño hepático, insuficiencia hepática y la muerte.

Hepatitis C Es una infección del hígado causada por el virus de la hepatitis C (VHC). El VHC se transmite a través del contacto con sangre infectada. Los síntomas de la hepatitis C pueden incluir fiebre, fatiga, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces de color claro y dolor en las articulaciones. En la mayoría de los casos, la hepatitis C es una infección crónica que puede provocar daño hepático, insuficiencia hepática y la muerte.

Tratamiento de la hepatitis durante el embarazo

El tratamiento de la hepatitis durante el embarazo depende del tipo de hepatitis y de la gravedad de la infección.

* Hepatitis A: No existe un tratamiento específico para la hepatitis A. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.

* Hepatitis B: No existe cura para la hepatitis B, pero existen tratamientos que pueden ayudar a retardar la progresión de la enfermedad y prevenir complicaciones. Estos tratamientos incluyen medicamentos antivirales e interferón.

* Hepatitis C: No existe cura para la hepatitis C, pero existen tratamientos que pueden ayudar a frenar la progresión de la enfermedad y prevenir complicaciones. Estos tratamientos incluyen medicamentos antivirales.

Prevención de la hepatitis durante el embarazo

Hay varias cosas que las mujeres embarazadas pueden hacer para ayudar a prevenir la hepatitis:

* Vacúnate contra la hepatitis A y la hepatitis B. La vacuna contra la hepatitis A y la vacuna contra la hepatitis B son seguras y eficaces para las mujeres embarazadas.

* Evitar el contacto con alimentos y agua contaminados. Esto significa lavar bien las frutas y verduras, cocinar bien la carne y el pescado y evitar la leche y los productos lácteos no pasteurizados.

* Evite el contacto con sangre y fluidos corporales infectados. Esto significa usar condones durante las relaciones sexuales, no compartir agujas y hacerse tatuajes o perforaciones únicamente por parte de profesionales autorizados.

* Si estás en riesgo, hazte una prueba de hepatitis. Si está embarazada y cree que pudo haber estado expuesta a la hepatitis, hable con su médico acerca de hacerse la prueba.

Resultados de la hepatitis y el embarazo

La hepatitis durante el embarazo puede aumentar el riesgo de varias complicaciones, entre ellas:

* Nacimiento prematuro: La hepatitis puede aumentar el riesgo de parto prematuro, que es cuando un bebé nace antes de las 37 semanas de gestación.

* Bajo peso al nacer: La hepatitis puede aumentar el riesgo de tener bajo peso al nacer, que es cuando un bebé nace con un peso inferior a 5 libras y 8 onzas.

* Muerte muerta: La hepatitis puede aumentar el riesgo de muerte fetal, que ocurre cuando un bebé muere en el útero después de las 20 semanas de gestación.

* Defectos de nacimiento: La hepatitis puede aumentar el riesgo de defectos congénitos, como defectos cardíacos, defectos del tubo neural y defectos de las extremidades.