Hormonas y eccema:¿cuál es el vínculo?

El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una afección cutánea común que provoca sequedad, picazón e inflamación de la piel. Si bien no se comprende completamente la causa exacta del eccema, se cree que está relacionado con una combinación de factores genéticos y ambientales. Las hormonas son uno de los factores ambientales que pueden influir en el eczema.

Estrógeno y progesterona:

El estrógeno y la progesterona son dos hormonas que se producen principalmente en las mujeres. Desempeñan un papel crucial en la regulación del ciclo menstrual y la salud reproductiva femenina. Se ha descubierto que el estrógeno tiene efectos antiinflamatorios, mientras que la progesterona puede tener efectos tanto antiinflamatorios como inflamatorios según la dosis y el individuo. Las fluctuaciones en los niveles de estrógeno y progesterona durante el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia pueden afectar la gravedad del eccema en algunas mujeres.

Andrógenos:

Los andrógenos son hormonas producidas principalmente por los hombres, pero las mujeres también producen pequeñas cantidades. Los andrógenos, como la testosterona, pueden tener un impacto en la producción de sebo, que es la sustancia aceitosa que ayuda a mantener la piel hidratada. Los niveles bajos de andrógenos pueden contribuir a la piel seca y empeorar los síntomas del eccema.

Hormonas tiroideas:

Las hormonas tiroideas, producidas por la glándula tiroides, desempeñan un papel vital en la regulación del metabolismo y diversas funciones corporales. Una tiroides poco activa (hipotiroidismo) puede provocar sequedad en la piel y empeorar el eccema, mientras que una tiroides hiperactiva (hipertiroidismo) puede provocar un aumento de la sudoración y la irritación de la piel, lo que puede exacerbar los síntomas del eccema.

Hormonas del estrés:

El estrés puede desencadenar la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas pueden hacer que el cuerpo produzca histamina, que es una sustancia química que puede provocar picazón, inflamación y empeoramiento de los síntomas del eczema. El estrés crónico también puede alterar la función de barrera de la piel y hacerla más susceptible a irritantes y alérgenos, lo que contribuye a los brotes de eczema.

Hormonas suprarrenales:

Las hormonas suprarrenales, incluido el cortisol, participan en la respuesta del cuerpo al estrés y regulan el sistema inmunológico. El cortisol puede tener efectos inmunosupresores, lo que significa que puede reducir la inflamación. Sin embargo, la exposición prolongada a niveles elevados de cortisol, como ocurre en el estrés crónico, puede tener efectos adversos en la piel y potencialmente empeorar el eczema.

Insulina:

La insulina es una hormona producida por el páncreas que regula los niveles de azúcar en sangre. La resistencia a la insulina y los niveles altos de insulina se han relacionado con un mayor riesgo de desarrollar eczema. La insulina puede afectar el crecimiento de las células de la piel y promover la inflamación, lo que contribuye a los síntomas del eccema.

Es importante tener en cuenta que la relación entre las hormonas y el eczema es compleja y las respuestas individuales pueden variar. Es posible que los cambios hormonales por sí solos no sean la única causa del eccema, pero ciertamente pueden influir en la gravedad y la frecuencia de los brotes. Si tiene eccema y experimenta fluctuaciones o desequilibrios hormonales, es fundamental consultar a un profesional de la salud para una evaluación y tratamiento adecuados. Pueden ayudar a determinar si hay factores hormonales involucrados en su eczema y recomendar tratamientos apropiados o modificaciones en el estilo de vida para ayudar a controlar sus síntomas.