Durante el shock compensado, ¿qué hormonas aumentan excepto la producción de todas ellas?

La respuesta correcta es insulina.

Durante el shock compensado, se producen varios cambios hormonales para mantener la homeostasis y compensar la reducción del flujo sanguíneo y del suministro de oxígeno. Estas respuestas hormonales incluyen:

1. Aumento de la secreción de catecolaminas (epinefrina y norepinefrina) de la médula suprarrenal:estas hormonas provocan vasoconstricción, aumento de la frecuencia y contractilidad cardíacas y movilización de las reservas de energía.

2. Activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA):los riñones liberan renina en respuesta a la disminución de la presión arterial, lo que lleva a la formación de angiotensina II, que provoca vasoconstricción y estimula la liberación de aldosterona de las glándulas suprarrenales. La aldosterona promueve la reabsorción de sodio y la secreción de potasio en los riñones, lo que ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos.

3. Aumento de la secreción de hormona antidiurética (ADH) de la glándula pituitaria posterior:la ADH actúa sobre los riñones para promover la reabsorción de agua y reducir la producción de orina, conservando así el volumen de líquido.

4. Liberación de cortisol desde la corteza suprarrenal:el cortisol tiene varios efectos, incluida la promoción de la liberación de glucosa del hígado (gluconeogénesis) para mantener los niveles de glucosa en sangre y la movilización de ácidos grasos del tejido adiposo para la producción de energía.

5. Activación del sistema nervioso simpático:esto conduce a un aumento de la frecuencia cardíaca, la contractilidad y la vasoconstricción periférica, que ayudan a mantener la presión arterial y redirigir el flujo sanguíneo a los órganos vitales.

La insulina, por otro lado, es una hormona implicada en el metabolismo de la glucosa. Si bien los niveles de insulina pueden verse afectados durante el shock debido a cambios en la homeostasis de la glucosa, normalmente disminuyen en lugar de aumentar. La función principal de la insulina es promover la captación y utilización de la glucosa por las células y, durante el shock, el enfoque del cuerpo cambia hacia la movilización de las reservas de energía y el mantenimiento de las funciones esenciales, lo que puede conducir a una disminución de la secreción de insulina y un aumento de la secreción de glucagón para elevar los niveles de glucosa en sangre.