El término para regular internamente la temperatura corporal es "termorregulación". La termorregulación es un proceso fisiológico que permite al organismo mantener una temperatura corporal interna constante, a pesar de las fluctuaciones del entorno externo. Este proceso es esencial para mantener la homeostasis y garantizar que los órganos y tejidos del cuerpo funcionen correctamente. La termorregulación implica una variedad de mecanismos, que incluyen sudoración, escalofríos, dilatación y constricción de los vasos sanguíneos y cambios en la tasa metabólica.