¿Qué sucede con un complejo antígeno-anticuerpo?

Un complejo antígeno-anticuerpo puede sufrir varios procesos diferentes según el contexto específico y la respuesta inmune:

Neutralización:en muchos casos, la formación de un complejo antígeno-anticuerpo conduce a la neutralización del antígeno. Esto significa que se evita que el antígeno ejerza sus efectos nocivos. Por ejemplo, en el caso de infecciones bacterianas o virales, los anticuerpos producidos por el sistema inmunológico pueden unirse a los antígenos de la superficie de los patógenos, impidiéndoles infectar las células.

Opsonización:la opsonización es el proceso mediante el cual los antígenos se recubren con anticuerpos para mejorar su reconocimiento y fagocitosis por parte de células fagocíticas como macrófagos y neutrófilos. Cuando los anticuerpos se unen a los antígenos, actúan como una señal para las células fagocíticas, facilitando la fagocitación y destrucción de los complejos antígeno-anticuerpo.

Activación del complemento:la unión de anticuerpos a antígenos puede activar el sistema del complemento, que es un grupo de proteínas que trabajan juntas para mejorar la respuesta inmune. La activación del complemento puede conducir a la formación de complejos de ataque a la membrana (MAC) que crean poros en las membranas de las células diana, provocando la lisis y destrucción celular.

Citotoxicidad mediada por células dependiente de anticuerpos (ADCC):algunos anticuerpos pueden desencadenar directamente la destrucción de células diana a través de ADCC. Este proceso implica la unión de anticuerpos a antígenos en la superficie de la célula diana, seguida del reclutamiento de células efectoras como las células asesinas naturales (NK) o los macrófagos. Luego, estas células efectoras reconocen los anticuerpos y liberan moléculas citotóxicas que conducen a la destrucción de la célula diana.

Formación de complejos inmunes:en algunos casos, los complejos antígeno-anticuerpo pueden formar complejos solubles que circulan en el torrente sanguíneo. Estos complejos inmunitarios pueden depositarse en varios tejidos, lo que provoca enfermedades o inflamación mediadas por complejos inmunitarios si el sistema inmunológico no los elimina de manera eficiente.

Es importante señalar que el destino exacto de un complejo antígeno-anticuerpo depende de factores como el tipo de antígeno, la clase y especificidad de los anticuerpos involucrados y la respuesta inmune general del individuo.