¿Qué es el efecto portador en inmunología?

El efecto portador o reconocimiento vinculado describe un fenómeno en inmunología en el que moléculas no inmunogénicas (el portador) pueden inducir una respuesta inmune contra una molécula copresentada diferente (el hapteno). Esto ocurre cuando una proteína transportadora se conjuga con un hapteno, que es una molécula pequeña que no puede provocar una respuesta inmune por sí sola. Cuando el conjugado portador-hapteno se introduce en un organismo, el sistema inmunológico reconoce la molécula portadora extraña y produce anticuerpos contra ella. Estos anticuerpos también pueden unirse al hapteno, aunque no es inmunogénico por sí solo. Esto permite que el sistema inmunológico también reconozca y responda al hapteno.

¿Cómo funciona el efecto portador?

Se cree que el efecto portador funciona mediante el siguiente mecanismo:

1. La proteína portadora es reconocida por las células presentadoras de antígenos (APC). Las APC son células que presentan antígenos al sistema inmunológico. Cuando se introduce una proteína portadora en el cuerpo, las APC la absorben y la descomponen en péptidos más pequeños.

2. Los péptidos se presentan en la superficie de las APC, junto con las moléculas del MHC de clase II. Las moléculas del MHC de clase II son proteínas que se expresan en la superficie de las APC y son responsables de presentar antígenos a las células T.

3. Las células T reconocen el complejo portador-MHC clase II. Las células T son un tipo de glóbulos blancos responsables de la inmunidad mediada por células. Cuando una célula T reconoce un complejo portador-MHC de clase II, se activa y comienza a proliferar.

4. Las células T activadas producen anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas producidas por las células B y son responsables de la inmunidad humoral. Cuando las células T se activan, producen citoquinas que estimulan a las células B a diferenciarse en células plasmáticas, que producen anticuerpos.

5. Los anticuerpos se unen al hapteno. Los anticuerpos producidos por las células B pueden unirse al hapteno, aunque éste no es inmunogénico por sí solo. Esto permite que el sistema inmunológico también reconozca y responda al hapteno.

¿Cuál es la importancia del efecto portador?

El efecto portador es importante para comprender cómo responde el sistema inmunológico a moléculas extrañas. Muestra que incluso las moléculas no inmunogénicas pueden inducir una respuesta inmune si se presentan en el contexto de una proteína transportadora. Esto tiene implicaciones para el desarrollo de vacunas, que están diseñadas para inducir una respuesta inmune contra patógenos específicos. Mediante el uso de una proteína transportadora, las vacunas pueden volverse más efectivas contra patógenos que no son inherentemente inmunogénicos.