¿Cómo se puede prevenir la enterocolitis necrotizante?

Prevención de la enterocolitis necrotizante (ECN)

Si bien no existe una forma segura de prevenir la enterocolitis necrotizante (ECN), ciertas medidas preventivas pueden ayudar a reducir el riesgo de esta grave afección intestinal en los recién nacidos, especialmente en los prematuros. Aquí hay algunas estrategias preventivas:

1. Lactancia materna: La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida es la forma más eficaz de proteger a los bebés contra la ECN. La leche materna proporciona nutrientes y anticuerpos esenciales que apoyan el desarrollo de un microbioma intestinal saludable y mejoran las defensas del revestimiento intestinal contra las bacterias dañinas.

2. Alimentación adecuada con fórmula: Si la lactancia materna no es posible o suficiente, los bebés alimentados con fórmula deben recibir leche humana enriquecida o fórmula especializada diseñada para bebés prematuros o de bajo peso al nacer. Estas fórmulas están diseñadas para satisfacer las necesidades nutricionales de los bebés vulnerables y pueden ayudar a reducir el riesgo de ECN.

3. Evitar la sobrealimentación: La sobrealimentación puede ejercer presión sobre el sistema digestivo inmaduro de los bebés prematuros, aumentando su susceptibilidad a la ECN. La alimentación debe realizarse lentamente, en pequeñas cantidades y a intervalos regulares.

4. Probióticos: Se ha demostrado que ciertas cepas de probióticos, como Lactobacillus y Bifidobacterium, promueven un microbioma intestinal saludable y pueden ayudar a prevenir la ECN en bebés de alto riesgo. Los probióticos pueden administrarse como suplementos o encontrarse en fórmulas infantiles fortificadas.

5. Reducir la exposición a patógenos: Las prácticas estrictas de higiene en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) pueden ayudar a reducir el riesgo de infección, que es un factor importante que contribuye a la ECN. El lavado de manos, el uso de equipos esterilizados y el manejo adecuado de los bebés pueden minimizar la exposición a bacterias y virus dañinos.

6. Evitar ciertos medicamentos: Ciertos medicamentos, en particular aquellos que pueden dañar el revestimiento intestinal, deben usarse con precaución en bebés prematuros. Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroides (AINE) y los esteroides pueden aumentar el riesgo de ECN y deben prescribirse con cuidadosa consideración.

7. Monitoreo e Intervención Temprana: Los bebés prematuros deben ser monitoreados de cerca para detectar signos y síntomas de ECN, incluida distensión abdominal, vómitos, heces con sangre y cambios en el comportamiento alimentario. La detección temprana y el inicio oportuno del tratamiento pueden mejorar las posibilidades de un manejo exitoso.

8. Investigación y ensayos clínicos: Las investigaciones en curso se centran en comprender las causas y los factores de riesgo de la ECN, así como en desarrollar nuevas estrategias preventivas. La participación en ensayos clínicos y la estrecha colaboración con profesionales de la salud pueden brindar acceso a las últimas medidas preventivas para la ECN.

Es importante tener en cuenta que, si bien estas medidas preventivas pueden reducir el riesgo de ECN, no garantizan una protección completa. Los bebés prematuros siguen siendo vulnerables a esta afección debido a su sistema digestivo inmaduro. Por lo tanto, los controles médicos periódicos, la vigilancia estrecha y la atención médica inmediata son esenciales para el bienestar de los bebés de alto riesgo.